Invocar el íntimo, de Pablo Juan Chelmick

lunes, 5 de septiembre de 2011 0 comentarios
ALMAS DE BIC

Existen,
en su útero plástico
adormecen
en placenta viva,
de ácido tánico, gálico,
almas en fusión
de crisálidas acuosas
en vientre cristalino,
cordón umbilical
incorpóreo al pensamiento,
se mecen abstractas
en moldes de silencio,
despiertan al insuflado oxigeno
los fetos del sentimiento,
liberadas mariposas
en el desierto,
espermatozoides en movimiento
fluyen engendrando el enigma
que vaga en la tinta .


REMANSO DE PECADO

Hoy la fuente está triste,
no ha bajado por el camino
tu afilada sombra
a buscar en su boca
el beso que escandalice
al sol que te persigue.
No has venido a su cama
que serena, vacía, te espera
a extender en su cuerpo
las noches de tus sábanas.
Está triste
sin la estela de la caricia
que cubra de espuma su alma,
frotando en su cuerpo
la mancha infiel.
Está triste
al no sentir en su piel
el nacer de tus senos,
ni el correr por tu cuello
su pelo suelto.
Está triste
por no saltar a tus piernas
escapando del lavadero
obligando el instinto
de remangar el vestido
al borde de su cintura.
Hoy la fuente está triste
sin tu último beso
subiendo el camino,
erguida contra la tarde
sosteniendo en equilibrio
el pecado limpio.


INVOCAR  EL ÍNTIMO

Ausente
en tu refugio de ermitaña,
escondiendo
el instinto revelado
que huye
de la adiestrada mano
ayunando la tentativa
de poseer
el infierno propio,
ebullición de la palabra
que cosechas desnuda,
aroma que escalda
en tu marmita vacía
invocando el hambre
del Satán que husmea
el rastro de tu celo,
esquivando el espino
que lacera tu huella,
guiado por el humo
que rasga la intimidad
del leño húmedo
que se estremece en tu hoguera.
Huye…!!!… Invócame…!!

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